Si nadie lo escucha, ¿hace ruido?
Si un árbol cae en el bosque y nadie lo escucha… ¿hace ruido?
Imagina esta escena: un árbol enorme se desploma en medio de un bosque solitario. Nadie está cerca. No hay humanos, ni animales, ni micrófonos grabando. Silencio total. O al menos, eso parece.
Y aquí viene la pregunta:
¿Ese árbol hizo ruido al caer?
A primera vista, suena como un acertijo filosófico, una de esas preguntas que parecen no tener respuesta. Pero si nos metemos en el terreno de la ciencia, la cosa se pone interesante.
Aunque primero necesitamos unas definiciones:
El ruido es un sonido que resulta indeseado, molesto o desagradable para quien lo escucha. Pero, ¿y el sonido, cómo lo definimos? El sonido es una sensación auditiva producida por la vibración de un cuerpo que genera ondas mecánicas a través de un medio elástico (como aire, agua o sólidos). Estas ondas transmiten energía en forma de variaciones de presión que, al llegar al oído humano, son interpretadas por el cerebro como sonido.
Dicho esto, vamos a ver qué pasa.
¿Qué dice la física?
En términos físicos, sí, el árbol hizo ruido. Cuando cae, choca contra otras ramas, el suelo, rompe el aire a su paso… Todo eso genera vibraciones. Esas vibraciones viajan en forma de ondas sonoras a través del aire.
Así que, aunque no haya nadie ahí para oírlas, esas ondas existen. El sonido, desde esta perspectiva, es simplemente un fenómeno mecánico: una perturbación que se propaga por un medio. En otras palabras: el árbol hace ruido, aunque nadie lo escuche.
Pero… ¿y si el «ruido» no es solo física?
Aquí entran en juego la psicología y la filosofía de la percepción.
Para que haya «ruido» en el sentido que nosotros lo experimentamos, no basta con que existan ondas en el aire. Hace falta un receptor: un oído que las capte y un cerebro que las interprete como sonido.
Sin un oyente, no hay experiencia sonora. Solo hay vibraciones sin significado.
¿Entonces?
Desde este punto de vista, no, no hace ruido, porque no hay nadie que lo perciba como tal.
¿Y qué dice la filosofía?
Esta pregunta no es nueva. De hecho, fue planteada hace siglos por filósofos como George Berkeley, quien sostenía que algo solo existe si es percibido. Para él, si nadie escucha el árbol, entonces el sonido no existe. Incluso podría preguntarse:
«¿Existe el árbol, si nadie lo ve caer?»
Otros filósofos, más realistas, dirían que el mundo sigue existiendo, con o sin nosotros. El árbol cayó, hizo ruido, y punto.
Entonces… ¿cuál es la respuesta?
Pues depende de a qué llames “ruido”. Según la física, la respuesta sería sí, ya que hay ondas sonoras que se general al chocar el árbol con el suelo. Pero según la interpretación perceptiva, la respuesta sería no, sin un oído que escuche, no hay sonido.
¿Por qué esta pregunta importa?
Porque nos recuerda algo fundamental: la realidad no es solo lo que percibimos. Hay un mundo entero sucediendo aunque no estemos presentes. Y también nos muestra cómo una simple pregunta puede conectar ciencia, filosofía y conciencia.
Así que, la próxima vez que estés en silencio, piensa:
¿Cuántas cosas están pasando ahora mismo que nunca serán escuchadas, vistas ni sentidas… y aun así, están sucediendo?
¿Y tú, qué opinas? ¿Crees que el árbol hace ruido o no?